Chicanas y cruces marcan otra audiencia por la estafa de planes sociales en Neuquén

La fiscalía logró que se aceptaran todos los testigos para el juicio que comenzará el 25 de octubre, mientras se suceden los intercambios acalorados en la sala.
20 de noviembre de 2025, 9:02 p. m.
En una nueva audiencia que tuvo lugar este jueves, el ambiente se tornó más parecido a un programa de televisión que a un procedimiento judicial. La sala estuvo repleta de chicanas, bromas y voces que se entrelazaban, mientras algunos participantes elevaban el tono de sus intervenciones. La fiscalía, liderada por el fiscal jefe Pablo Vignaroli, logró que se aceptara su lista de testigos para la segunda fase del juicio sobre la estafa con planes sociales, que comenzará en Neuquén el próximo martes 25.
En esta etapa, el mismo tribunal que ya declaró culpables de administración fraudulenta a los 12 acusados determinará las penas que deberán cumplir. Antes de tomar esta decisión, escuchará a los testigos propuestos por la acusación y las defensas, además de analizar la documentación presentada. Se estima que el juicio se extenderá entre dos y tres días.
El juez Lucas Yancarelli fue quien presidió la audiencia y aceptó las pruebas presentadas por la fiscalía, desestimando la oposición de la defensora pública Carolina Johansen y el abogado particular Pablo Gutiérrez.
Una audiencia similar había tenido lugar el viernes 14, bajo la dirección del juez Marco Lúpica Cristo, quien tomó una decisión completamente contraria al permitir que la defensa presentara sus argumentos. Ese día, Vignaroli se mostró visiblemente molesto porque no le permitieron hablar, abandonando la sala en medio de gritos, lo que dejó a todos los presentes sorprendidos.
El miércoles, el Tribunal de Impugnación falló a favor de la fiscalía, anulando la decisión de Lúpica Cristo y ordenando que se repitiera la audiencia con un juez diferente. Así fue como Yancarelli tomó el mando y se aseguró de que todos tuvieran la oportunidad de expresarse. La fiscalía tuvo la palabra en dos ocasiones, mientras que la defensa lo hizo en tres, sin contar las interrupciones y las chicanas que se lanzaron entre ellos.
-En la resolución del juez Lúpica Cristo… -comenzó a argumentar Gutiérrez.
-Olvidémonos de Lúpica Cristo porque su decisión fue anulada -interrumpió Yancarelli.
-Usted no puede dictarme qué decir o qué no -replicó Gutiérrez, alzando la voz.
-No se enoje, doctor -intentó calmarlo Yancarelli.
-El que se enoja es Vignaroli -respondió rápidamente el abogado.
En un momento de la audiencia, Yancarelli cuestionó al fiscal jefe como si se protegiera de una posible reacción: -¿No me vas a patear el tablero, verdad?
-No, sé que sos una persona razonable -respondió Vignaroli, en un tono que podría interpretarse como un mensaje dirigido a Lúpica Cristo.
Entre los participantes se encontraba también el abogado condenado Alfredo Cury, cuya presencia sorprendió a muchos. Tras varios intercambios acalorados, el juez decidió excluirlo de la audiencia, argumentando que no tenía legitimidad para intervenir. Cury abandonó la sala con una sonrisa, pero no sin antes presentar una denuncia penal contra Vignaroli, alegando que este invadió su privacidad al investigar sus viajes al exterior.
Las razones detrás de esta prolongada controversia giran en torno a un reducido grupo de personas. Uno de los nombres mencionados es el del vendedor del terreno adquirido por la imputada Isabel Montoya, pareja de Néstor Pablo Sánz. La defensa se opuso con firmeza a que se lo cite a juicio, y la fiscalía, de manera sorpresiva, anunció que no lo convocará.
Otro testigo proviene de la dirección de Migraciones de la delegación Neuquén. La acusación busca demostrar los supuestos viajes frecuentes al exterior del condenado Tomás Siegenthaler. Vignaroli expuso: "Uno debe analizar qué motivó a la persona a delinquir. Realizar viajes implica tener un nivel económico que, desde nuestro punto de vista, no justificaba la actividad delictiva. No queremos insinuar que viajaba con dinero mal habido".
Finalmente, Yancarelli aprobó que declaren los policías que intervinieron en una antigua denuncia presentada por Ricardo Soiza, también condenado en este caso, contra Montoya y el fallecido piquetero Héctor “Zapallito” Molina. Vignaroli afirmó que ambos eran pareja, algo que Montoya negó durante el juicio. Se les acusó de haber irrumpido de manera violenta en un evento de entrega de cheques a beneficiarios en un club de Centenario. Montoya recibió una suspensión de juicio a prueba, que no equivale a una condena.
El fiscal subrayó: "Queremos demostrar que desde ese tiempo era una persona involucrada en situaciones relacionadas con planes sociales, así como las conductas que mostraba, de exigir por la fuerza". Yancarelli también aceptó el testimonio de los policías que intervinieron en esos hechos, aunque advirtió que "no podrán realizar un juicio que no se llevó a cabo hace nueve años".
